HISTORIAConoce el recorrido histórico de nuestro colegio.

A principios de los años setenta se empezaron a entregar las primeras viviendas de Balsas de Ebro Viejo que se estaban construyendo. Acudían familias jóvenes con hijos pequeños Los primeros niños pudieron ser asumidos por los ya recargados colegios de la zona: San Braulio, Tio Jorge y Cándido Domingo. Pero pronto se vio que ante la avalancha de alumnado que se les venía encima eran totalmente incapaces.

Había quedado en el centro del polígono un amplio terreno previsto en principio para servicios, entre ellos un colegio, al final todo se dedicó al mismo. Se pensó en un principio hacer dos colegios uno en cada extremo y con un patio de recreo común, pero finalmente se optó por uno. El Ministerio inició su construcción con carácter urgente, se requería algo de construcción rápida y muy capaz ya que se pretendía que cubriera las necesidades de la zona por muchos años.

El C.P. Eugenio López y López fue inaugurado el 14 de diciembre de 1974. El Ayuntamiento le puso este nombre en agradecimiento al que fuera Director General de Enseñanza Primaria.

El edificio no estaba previsto para albergar alumnos de Educación Infantil en un principio, pero dadas las necesidades del barrio, se habilitaron algunas clases para ello. Sería en noviembre de 1980 cuando se inauguró el edificio propio de Infantil que se había construido al amparo de los acuerdos que se tomaron con los Pactos de la Moncloa. Al mismo tiempo se construyeron las aulas destinadas a Educación Especial, Aula Taller que hoy son utilizadas por los alumnos de Educación Infantil.

Cuando se creó el colegio, la mayor parte de los alumnos vivían en las viviendas cercanas. Todavía no se había iniciado la zona de ACTUR, pero estaban casi acabados los bloques de Kasan y continuaban viviendo muchas familias en Ortilla-Ranillas. Los niños que procedían de ambos sitios tuvieron transporte escolar oficial y plaza de comedor. En San Juan de Mozarrifar, no había aulas suficientes para albergar a todos los alumnos, por lo que en transporte escolar acudían cada día al Colegio los de los tres últimos cursos de E.G.B. Otro tanto ocurría con los alumnos del Cascajo. En ambos casos dejaron de venir cuando les hicieron colegios nuevos. Aprovechando que el transporte pasaba por la puerta de sus casas, se unieron algunos niños que vivían en los pabellones militares próximos a la Academia Militar. Y el mismo transporte, empezaba el recorrido por Cogullada donde también cogía alumnos de viviendas diseminadas.

El número de alumnos ha descendido considerablemente desde los 1.350 que hubo en el momento de mayor matrícula hasta los 530 y a los 470 actuales. En la actualidad muchos de los alumnos proceden de la zona en expansión de Salvador Allende y Azucarera.